domingo, 9 de enero de 2011

Sabotaje

iii

Tengo que sancionar al viento
que desde su altura emana
notas de fuego,
volviéndonos cenizas los pedacitos de pavesas
que conservamos en la lente de la humanidad.

Tengo que zurcir muchas llamas
para concentrar tu pureza, pueblo,
virtiendo pólvora que estalle
dentro del volcán
que aún no nos deja apagar.

iv

Anido en la furia un coraje
que en tu lata de dulce de ayote
me confiaste.

Sos un pueblo atado en miel de sacrificio
aún así te levantás para cobijarme los pasos
y musicalizar con tus chuchos
ladridos que me enmudecen las huellas
y el eco de tu almohada
se armoniza con la trinchera
que en vuelos de guardabarranco alza.

v

Por no tener almacigueras de libertades
se ha secado tu bolsillo
desde que te pagan una miseria
por tus sudores benditos.

Permíteme, pueblo,
que lloren mis cielos y furiosos volcanes
te disparen enormes calores de furia
para que encienda tu sepultura
y aprenda a volar cueste lo que cueste.

vi

Roquets de enjambres
vienen a desgarrar mi diluvio de pureza
añejada en color pueblo.

Si estos valores los tatuara
en la ritual sonrisa
de tus labios, a estos sacrificios
¡Ya los hubiera perdido!


vii

Emborracharás el crepúsculo
de tus ansias, Pueblo.

La humanidad de pobreza
se empapa,
y aún así el nitrato candente
que aúlla en mis sueños
se disuelve
al verte entretejiendo angustias
y plasmando soledades.

Pueblo:
Si hoy por hoy te desvisto
no plagiés angustias,
desnudá tu corazón
y por tus venas
bombeá libertades.

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