Después del eclipse
desmitificamos la agresiva
atracción, ésa que de porcelana se viste
y una pizca de brillo
escurriendo deseo ardiente de ilusiones.
Es para entonces que te amo,
no niegues tu sonrisa
ni apagues tu canto,
agrégale luz a tu motor
y aunemos nuestros corazones
en un solo estallido,
detonémoslo así
pausado pero seguro
subamos al vía crucis del amor
y besémonos eternamente
¿Sí?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario