domingo, 23 de septiembre de 2012

Poema de Vladimir Amaya para Amada Libertad

I

Amada Libertad: 

Atrás quedó el eclipse.
Atrás quedó el corazón lágrima de pólvora.

Si no hubiera sido “él” en tus poemas de amor
hubiera sido yo sobre tus labios.

Tú, hermana.
No de mi valor sino de mi tristeza.
El cielo me une a ti
porque sólo el cielo ha sido el mismo en toda la historia.

Acompáñame a otros poemas,
a otras preguntas,
a otras formas de querer lo imposible.

II

Mira la ciudad
no la recuerdas porque no es la misma.
Sólo es el cadáver de luz y espejos que nos dejó la guerra.

Si no hubieras sido tú en "sus" cartas de amor
hubieras sido en mis manos, talento de guitarra.
Y te daría tristeza mi sonrisa.
Y mi sonrisa bien sería un eclipse de gorriones.

III

Ahora es más dura la palabra que hace 20 años.
Hoy no se puede dar la vida tan fácilmente.
A esta ciudad le queda poco corazón en sus sombras.

Ven, Libertad
y huele la jaula en las manos de los poetas de mi tiempo.
Venden sus almas por armas y viajes a la luna;
lamen la sal adherida en el casco de los barcos piratas.

¿Ves? es dura la palabra en estas horas del siglo XXI.
Sólo nos quedan las bragas sucias de las antiguas novias para soportar los días.


IV

Esta es mi ciudad.
De su mugre me levanto todas las noches.
No creo en el amor y beso mucho.
No vengas nunca a mi ciudad, Amada.
Nunca habrá libertad para nosotros.

V

Si no hubiera sido “él” en tus sueños,
hubiera sido yo debajo de tu falda.
Porque yo me hubiera quedado contigo en la destrucción de los días,
a esperar a que te sentaras en mis lágrimas
sin miedo a que te viera llorar.
Pero mi tristeza hubiera sido siempre de este tiempo
Y no hubieras comprendido mi forma de partir el pan sobre la amarga mesa de la sangre.

VI

Hay un poema de Francisca Alfaro que me hace verte de musgo y tierra
y así eres más desnuda entre mi sudor y mi silencio.
Ese poema me enseña tu cuerpo golpeado
y tu rostro reconstruido por las leves cosas del cariño…

Ahora,
solo la lluvia nos abraza
porque la lluvia ha sido la misma en tu orilla y en mi cuarto.
Acompáñame a la palabra del mañana,
Porque tu tiempo y mi tiempo son relojes averiados.

Acompáñame a otros poemas,
a otras preguntas;

a esos horizontes
donde la muerte enseña a no morir.

miércoles, 11 de julio de 2012

Eclipse I

Se unió
el huracán,
remolino de mi cuerpo,
fragua mensajera,
barca de mi amor,
con el hielo,
nevera de mi calor,
cesárea en mi vanguardia,
taparrabos de mi voz.

Nació
una oscuridad
en mi amanecer
¿y ahora
dónde deposito estos huesos?

Autodefraudación


Las cosas se me desparraman
por la muerte destrozada,
por la angustiosa necesidad
de mantener en pie
hasta el último
suspiro de mi promesa.

15/05/89

domingo, 22 de abril de 2012

Poemas de un año de todo


XIX

Me bañas con tu sudor
ese que derramas al hacer el amor
con tus manos, con tus pensamientos
con aquel compás de ventas
rojinegro.

Sacamos punta al lápiz de la historia
rompimos sus entrañas
escribimos los días
las horas que poco a poco
se nos derramaron en silencio.

La brisa nos embriagó la ternura
nos sepultó en aquellas flores
trenzó nuestras vidas
con las que
amamantamos la guerra.

  
XX
Sos  la brisa que acaricia
mi cuerpo de alas blancas.

Estás en mí
desde que te vi.

Tu enmariguanada figura
no me la puedo  sacar de los años.

Mis venas reclaman
tu presencia.
Mis senos, tus caricias.
Tengo una sed de vos
que no acaba,
aunque me matés
a cada segundo,
aunque nunca
te vas a quedar
conmigo.

Siempre te voy a
buscar.

1 año. a oto.


XXI
Hemos engendrado
tanto y tanto juntos
que pienso
que a estas alturas
tendríamos
que tener
una albacea
para tantas
riquezas secretas
con esta y con aquella
así con todo y escrituras
para heredarla
a los hijos de la guerra.

XXII

Intento no dañar
tu inocencia y
por tal de no golpearla
con la vida,
la doblé sobre un saco
y ahí se me extravió.

XXIII

Tiemblo en la punta del reloj
esta angustiosa actitud
destruye mi sensatez.

XVIII

No hay letra, ni poesía
que pueda expresarte
y demostrarte
que mi todo es tuyo
desde el amor
hasta el odio
desde la soledad
hasta la compañía
desde hoy
hasta siempre.

jueves, 20 de octubre de 2011

viernes, 9 de septiembre de 2011

Temas para vos

VII

Trato de materializar
tu recuerdo
engendrado en mi piel eriza.

Pero es más fuerte el valor
del que por la muerte nació
a que te esté pensando
como alguien
que olvidó
un día
que tenía
que comer.

9:25 p.m. 14/05/89


VIII

Tu jactanciosa risa ahulada
se acomoda en las paredes
de la dicha del viento amigo.

Sacude el silencio aguado
y en mi vientre estremece
la magnitud de su soledad.


IX

Prendida en vos,
techo de napalm
rodeado de amor
nacido en libertad
de tu fusil en flor.


XI

Con tanto vos
cómo no vamos
a ser poema.



XII

Sacáme esta obligada
soledad de agonía
y a cambio dame
un puñado de flores niñitas
para ponerlas
en la recámara
y dispararlas
a todos los que viven
en la muerte de mi mente.


XIII

Saltamos al comal
de San Salvador
donde todo,
o te saca crudo, o te quema.


XIV

No puedo escribir
una pinche
imitación de poema
porque se agotan
los huesos en mi tinta
y no hay barcos
que naufraguen
en tu río
para que me lleven
a recoger
un poco de brillo
de tu amor caudillo.


XV

La pulmorienta
tos desmorona
las paredes
de la paciencia
y ahuyenta la precisa
hora en que te vas.

11:35 p.m. 13/05/89



XVI

El calor sofoca
el angustiado
recuerdo
de tu ausencia,
niño pies planos
y con 22 años.


XVII

Palmo tu mirada
traidora de charcos
salto de tu altura
y caigo en otra
peor que tus huesos
paridos de nostalgia.

9:30 p.m. 14/05/89